Singularidad: Fundamentos. (1ª parte).

Javier E Belda – IHPS

La hipótesis sobre la Singularidad se fundamenta a partir de hitos evolutivos puestos en relación matemática, que han sido cotejados de forma interdisciplinar. Estos estudios se han venido desarrollando en todo el mundo por analistas como: A. Nazaretían, A. Panov, G. Snooks, V. Petrenko, D. Christian, E. Jantsch, I. Sklovsky, N. Moiseev, S. Grinchenko, A. Korotaiev, R. Kurzweil, J. Stewart, etc. Pero hay otros autores significativos, que sin hacer referencia a la Singularidad o a la megahistoria, han dedicado estudios a la descripción de procesos y leyes evolutivas, como es el caso de M.R. Cobos (Silo), el cual es referente para la corriente del Nuevo Humanismo a la que adherimos.

En los diversos estudios se contempla la amplitud de una crisis sistémica profunda que se caracteriza por el crecimiento o decrecimiento de la población, las fuentes de energía, el consumo de recursos no renovables, el problema de los ecosistemas, el derrumbe del sistema macroeconómico, las pandemias globales, el desequilibrio psicosocial, las computadoras moleculares, nano y ADN y sobre todo la computación cuántica, la inteligencia artificial, los avances en neurociencia, el posible descubrimiento de vida extraterrestre, etc. 

El libro Futuro No-Lineal, de Akop Nazaretián, merece especial mención para los desarrollos de la big history, por su abundante documentación. Se trata de un libro de referencia que siempre continúa suministrando datos que pueden pasar por alto en una primera o segunda lectura.

Fundamentos

La Singularidad en el proceso evolutivo representa un punto de inflexión, causado por el efecto de aceleración del tiempo histórico.

En los primeros mil millones de años de evolución, desde el Big Bang, la velocidad de los procesos fue bajando. Esto se consideró el primer estadio de la evolución. Después, a los 10.000 millones de años, en las entrañas de las estrellas de primera generación se sintetizaron los elementos pesados y eso produjo una segunda onda de aceleraciones a partir de la explosión de supernovas. En ese momento se creó un nuevo mecanismo de autoorganización, diferente de los procesos anteriores. (Porque los elementos pesados necesitan energía libre desde afuera). Comenzó el desarrollo hacia la materia orgánica y comenzó una nueva aceleración. Como resultado de eso aparece el Sistema Solar y la Tierra.[1]

Para describir la historia del Universo, el modelo del Calendario Cósmico planteado por Carl Sagan, toma al Big Bang como punto de partida, situando su origen aproximado en unos 13 800 millones años, y que la historia del Universo toma una escala de tiempo equivalente a un año terrestre. En esta escala el Big Bang tiene lugar el 1 de enero a la medianoche, la hora actual es el 31 de diciembre en la medianoche, y toda la historia de la humanidad ocupa solo los últimos 21 segundos.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/99/Cosmic_Calendar.png

Por lo que se refiere al planeta Tierra, la vida apareció hace 4.000 millones de años. Desde entonces, las crisis resultaron –hasta ahora– evolutivas (nunca sucedieron para regresar a un estadio anterior). No obstante, esas transiciones supusieron el fin del mundo para formas y modos de vida obsoletos.

Mario Rodríguez Cobos (Silo) distingue tres períodos en la evolución planetaria. El primero corresponde a la materia y vida indiferenciada, que va desde el surgimiento de la vida en la Tierra, hace aproximadamente 4.000 millones de años hasta el surgimiento de los primeros homínidos, ≃ 4,4 millones de años atrás. El segundo período viene definido por la historia humana, llegando a su fin con el surgimiento del tercer periodo que corresponde a la supraconciencia[2]

En el universo, ningún fenómeno posee movilidad aislada, sino estructural. «Está en contacto con todo el universo, porque él mismo, es función del tiempo que es el sistema mayor », dice Silo.

Hay que entender toda variación en relación, en estructura. Del mismo modo, la interpretación de la conciencia humana o de cualquier fenómeno histórico no podrá hacerse sino mediante comprensión de estructura.

[…]

Las mutaciones humanas y cósmicas son simultáneas, son conjuntas. 

Tomado el proceso histórico dentro del proceso universal podemos comprenderlo como un sub-sistema que depende del mayor. 

La historia humana es el lapso de la adquisición progresiva de la conciencia sobre la materia y la vida y es además, el tránsito del hombre dormido, hacia el despertar. Es un instante más de la liberación del tiempo. 

Es el avance hacia la supra-conciencia, última posibilidad del despliegue temporal. Rige para nosotros la “civilización» como ciclo completo de un período del espiral. La civilización es el nacimiento, crecimiento y declinación de las posibilidades humanas en un período del universo. Por eso es que la civilización no está separada de las condiciones especiales (geográficas), ni de otras civilizaciones que establecen con ellas diversas concomitancias, ni del proceso cósmico. 

[…]

La hipótesis de los cambios cósmicos relacionados con los cambios de las civilizaciones, es muy verosímil por lo tanto. En los grandes instantes de la historia humana, cambia además el «orden natural”, el clima se modifica, aparecen fenómenos nuevos, se producen variaciones en todas las dimensiones. 

En esto no ha de verse causas ni efectos, la variación cósmica y la histórica son concomitantes o simultáneas. Debemos alejarnos de toda imagen mística o astrológica. Nosotros no hablamos de la influencia de los astros en el proceso humano. Decimos en cambio, que las mutaciones humanas y cósmicas son simultáneas, son conjuntas. 

Afirmamos esto al aplicar hasta las últimas consecuencias las leyes de concomitancia universal y de discontinuidad. Con esta visión amplia a nivel máxima, podemos emprender el estudio más particular del sub-sistema «civilización» sin olvidar (aunque no lo mencionemos) las relaciones con el conjunto mayor. El proceso histórico se articula según sistemas, principios y leyes. Aplicaremos la óptica en espiral, partiendo del punto hasta llegar a la máxima extensión.[3]

Los estudios de la big history o megahistoria datan que en los próximos 10 a 100 años la aceleración del tiempo histórico llega a su fin… [4]

¿Cómo se llega a esa conclusión? 

Se trata de un desenlace matemático: cuando la gráfica de una función se acerca cada vez más a una recta, se produce una asíntota que tiende a infinito en la superposición con el eje vertical (Eventos).

En la gráfica puede verse que, en la evolución de la biosfera, la distancia temporal entre transiciones de fase globales se ha ido reduciendo por la misma progresión descendente que en la evolución de la antroposfera (es decir, en la historia y prehistoria de la sociedad humana): cada fase posterior es aproximadamente dos tercios más corta que la anterior. Más exactamente, el acortamiento de la distancia entre transiciones de fase se calcula en α = 2.67±0.15, lo cual (por una causa aún desconocida) es próximo a la base de los logaritmos naturales (número de Euler): 2,71828. [5]

Aclaremos la esencia de este fenómeno en un sencillo ejemplo. Supongamos que la duración de la primera fase de un proceso cualquiera es igual a 1 y cada fase siguiente es más corta que la anterior en dos veces. Entonces la segunda fase termina en el momento de tiempo 1 + ½ = 1,5 ; la tercera fase termina en el momento 1,5 + 0,5/2 = 1,75 ; la cuarta en 1,75 + 0,25/2 = 1,875 y así siguiendo. Pero por más fases que tenga este proceso, ninguna de ellas terminará más allá del momento de tiempo 2. El dos representa el límite de la secuencia de transiciones de fase de tal proceso. En tal régimen, todo el proceso debe concluir necesariamente ante el momento de tiempo 2. Lo mismo sucede en el caso de la evolución planetaria, con la sola diferencia que la duración de la primera fase fue de 2.500 millones de años y cada una de las siguientes más corta que la anterior, no en dos, sino en promedio en 2,67 veces. [6]

Para estos análisis, la Singularidad no es de una nueva revolución, como las anteriores, sino de algo que implica a todo el proceso evolutivo desde los orígenes remotos del surgimiento de la vida.

En general, respecto a las crisis, hay gran coincidencia entre los diversos analistas de procesos, pero hay diferencias sobre la ponderación de los eventos y su durabilidad en el tiempo.

David Christian estableció 9 fases evolutivas que denominó umbrales

1.º El Big-Bang hace 13.800 Ma.

2.º Las estrellas se iluminan.

3.º Aparición de los elementos químicos.

4.º El Sistema solar y la Tierra (4.500 Ma).

5.º La vida sobre la Tierra (desde los primeros seres vivos hace 3800 Ma al Homo erectus (2 Ma).

6.º Los humanos (Homo sapiens) (200.000 a) – Aprendizaje colectivo o cómo los humanos son diferentes.

7.º La agricultura (final de la última era glacial en el 10.000 AEC). Los imperios antiguos China y Roma – EC.

8.º La revolución moderna y la gran aceleración (de los combustibles fósiles hace 200 años al presente). El Antropoceno.

Christian añade un 9.º Umbral, con un interrogante, que nos llevaría al futuro que describe como: “Un orden mundial sostenible (dentro de 100 a) hasta la muerte del Sol (dentro de 4500 Ma)”.

En la siguiente relación Alexander Panov desarrolla las transiciones de fase o crisis evolutivas, referidas específicamente desde la aparición de la vida en la Tierra.

Surgimiento de la vida en la Tierra / procariotas. 4*109 años. (4.000 Ma)

Crisis del oxígeno o Revolución Neoproterozoica / vida aeróbica / eucariotas. 1,5*109 años.

Explosión Cámbrica / vertebrados / comienza la Era Paleozoica. 590-510*106 años.

Comienzo de la Era Mesozoica / Revolución de los reptiles. 235*106 años.

Comienzo de la Era Terciaria o Cenozoica / Revolución de los mamíferos y aves. 66*106 años.

Comienzo del Neogeno / Revolución hominoide. 25-20*106 años.

Comienzo del Período Cuaternario (antropogeno) / primeros homínidos. 4,4*106 años.

Olduvai / homo hábilis / Revolución paleolítica. 2,0-1,6*106 años.

Shell / homo erectus / poblamiento de Europa y Asia. 0,7-0,6*106 años.

Achel / homo sapiens arcaico. 0,4*106 años.

Mustie (revolución cultural de los neanderthales) / homo sapiens. 150-100 mil años.

Revolución del paleolítico superior / Revolución cultural de los cromagnones / homo sapiens sapiens. 40 mil años.

Revolución neolítica. 12-9 mil años.

Revolución de las ciudades / comienzo del Mundo Antiguo. 4-3.000 A.C.

Edad del Hierro / Época de los imperios / Revolución de la Era Axial. 800-500 años A.C.

Final del Mundo Antiguo / comienzo del Medioevo. 400-630 D.C.

Primera Revolución Industrial / comienza la Edad Moderna. 1450-1550.

Segunda Revolución Industrial / máquina de vapor, electricidad. 1830-1840.

Revolución Informática / comienza la época postindustrial. 1950.

Crisis y caída del bloque socialista / Globalización Informática. 1991.

El estudio de Panov concluye en esta fecha (1991), por lo que faltaría reflejar nuevas revoluciones y crisis. 

No son pocas las crisis ocurridas desde la década de los 90. Hay todo un campo de estudio y discusión sobre los eventos con carácter de transición de fase y su datación. 

Para continuar la secuencia con nuestros propios ejemplos hemos seguido el régimen de aceleración de la función alfa (α = 2.67±0.15), de A. Panov.[7]

WTC y guerras en Oriente Medio. 2001.

Crisis subprime / Campañas militares en el Magreb y Oriente Medio. 2011.

Terrorismo global / Genoma humano 2012.

Conexión global satelital. 2019.

Pandemia Covid / 2020.

Cambio climático / ¿?

Fin de la economía-propiedad privada / ¿?

Respecto a otras transiciones de fase podemos visualizar para nuestra década las siguientes: el nuevo mundo geopolítico multipolar, la revolución cuántica, la fusión nuclear, el mapeo de las 86.000 millones de neuronas del cerebro, la fusión hombre-máquina, la emancipación de la IA o el descubrimiento de vida extraterrestre.

Pero en plena aceleración del tiempo histórico (en el vórtice de la Singularidad) no resulta sencillo fijar una fecha para estas transiciones, debido a que son temas que vienen desarrollándose, pero que no obstante, podrían tener un momento de detonación. 

Es observable que, desde los años 50 las transiciones de fase se vienen solapando unas con otras, acelerando de manera caótica el tiempo histórico. Es decir, las consecuencias de una crisis determinada se superponen con la aparición de una nueva crisis y así siguiendo… 

¿Es sostenible en el tiempo tanta inestabilidad? 

¿Qué implicaciones tiene para la conciencia tal desequilibrio?

Daremos nuestra respuesta a estas cuestiones en siguientes artículos sobre la Singularidad.

 


[1]  Akop Nazaretián. Conferencia: Los escenarios globales del siglo XXI a la luz de mega-historia (pressenza.com)

[2] Esta estructuración se extrae de conferencias magistrales impartidas por el autor en los años 70.

[3] Silo. Charla: Factores que intervienen en la desaparición, nacimiento y crecimiento de las civilizaciones. 1962.

[4]  T. Modis propuso 1990, A. Panov 2027, R. Kurzweil 2045, D. Christian 2100.

[5] Andrey Korotayev. The 21 st Century Singularity and its Big History Implications: A re-analysis, 2018

[6] Alexander Panov. Punto de bifurcación evolutivo. Instituto de Astronomía – Univ. Lomonosov Moscú, 1991.

[7] El australiano Graeme Snooks, el ruso Alexander Panov y el americano Raymond Kurzweil, hallaron una secuencia estrictamente logarítmica en el acelerado cambio de fases de la evolución social y pre-social, sin sospechar todavía acerca del trabajo de sus colegas, intentaron continuar retrospectivamente la curva obtenida. Y los tres dieron con el mismo hecho: la gráfica de la función evolución mantiene su regularidad, al menos, desde el surgimiento de la vida en la Tierra.

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Responder a 30 de septiembre de 2022, otra historia – IHPS Cancelar la respuesta

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