Filosofía: «La imagen del universo» [IV]

Silo

Los tres sistemas del universo

Existe gran diferencia entre los sistemas: mecánico, biológico y de azar.

El sistema biológico posee leyes de movimientos y de desarrollo. Esta se expresa como nacimiento, crecimiento y declinación, registrándose en el proceso una curva típica.

El sistema de azar posee movimiento libre, escapando a la rigidez del mecanismo y el desarrollo orgánico.

En un mecanismo se puede prever los movimientos que ha de sufrir, conociendo el sistema de fuerzas a que está sometido. En un organismo, se puede prever su desarrollo conociendo su sistema, sea vegetal o animal y, lógicamente, el medio que lo rodea.

En el organismo la variación del entorno provoca adaptaciones en toda su estructura, a veces en forma de tropismos. No se ignora igualmente la función de mimesis o imitación de ámbitos en plantas y animales. Como ejemplo de tropismos recordemos el movimiento de las polillas hacia la luz y como mimesis, el plumaje y el pelaje en aves y mamíferos al adaptarse en su color al medio.

El movimiento del tiempo, siempre libre y distinto, al expresarse como energía empieza a articularse como sistema, como cambio aprisionado que pugna por volver a la libertad a través de encadenamientos sucesivos en la energía, la materia, el mineral, el vegetal y el animal, expandiéndose siempre a través de sus transformaciones, hasta la conciencia como movimiento de libertad. Así como el agua en su evaporación y transformación en nieve, desciende de las montañas sorteando obstáculos, hasta realcanzar el mar e iniciar otro ciclo.

La conciencia humana, no obstante las determinaciones a que está sometida, escapa a las leyes mecánicas e ideológicas en cuanto al orden en que se manifiestan sus tiempos. Es decir, la conciencia está sometida a condiciones de todo tipo.

Lo no sometido, es el tiempo mental, de tal manera que para pensar, el hombre no tenga que pasar del recuerdo a tiempo presente y de ahí futurizar.

En realidad, los tres tiempos actúan en todo instante de la conciencia, y estos tiempos se combinan entre sí como recuerdo del futuro, futurización de presente, y recuerdo del pasado, etc. sin un orden necesario, del modo en que es necesario, forzoso al mecanismo, someterse a un sistema de fuerzas o al organismo pasar por las etapas del desarrollo.

Cuando arrojamos una moneda, sabemos que no puede salir sino “cara” o “cruz” ya que está sometida, determinada por estos dos límites. Igualmente si la prueba se repite muchas veces, el número de aparición de “cara” o “cruz” es más o menos el mismo. Es decir, encontramos en estos variadas determinaciones; encontramos que una moneda está sometida a condiciones, Pero lo no determinado es el orden en que van saliendo las caras o las cruces y a la inversa. De igual forma, en la conciencia los tiempos no están sometidos a orden rígido.

Se verá más adelante, al estudiar el sistema histórico, cómo las civilizaciones se desarrollan hacia la libertad, hacia la producción de un tipo de hombre todavía no conocido.

La imagen del Universo es la imagen de la transformación del tiempo. Sólo podrá dibujarse cuando se transforme el hombre actual. La óptica que debe usarse, no ha de ser la que interprete el pasado, sino la que interpreta el futuro. Todo en el Universo tiende al futuro. El sentido de la libertad hacia el futuro, es precisamente, el sentido de la Tierra y del mundo.

El hombre debe ser superado por el futuro de su mente. Esa superación comienza cuando el hombre despierta…con él despierta todo el Universo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.