Silo.-
Ley de finalidad
Explica que todo en el Universo tiende a su transformación y que los fenómenos deben comprenderse “hacia adelante”, es decir, tendiendo al futuro, cumpliendo con alguna función. En los mecanismos y organismos, los elementos trabajan hacia adelante, sirven para algo. Existen, sin embargo, acontecimientos azarosos que parecen destruir esta ley, como por ejemplo, la aparición de enfermedades en los organismos. Pero a poco que esto se estudia, se advierte también en las enfermedades una finalidad que responde al desarrollo del organismo. Ellas mismas son para algo, así como las piernas son para caminar y los ojos para ver. Aún la muerte es el cumplimiento del ciclo: nacimiento – crecimiento – declinación y esto mismo es propio de la finalidad, en su marcha hacia nuevas transformaciones.
Ley de concomitancia
Es la ley general de las estructuras. Explica que cualquier variación en el interior de un sistema, influye sobre todo los elementos de él. Igualmente las variaciones de un sistema se producen por la existencia y variación de otros sistemas. Tomando el Universo como la estructura mayor, todas sus variaciones internas se explican por los tiempos anteriores y posteriores a su aparición.
Ley de discontinuidad
Excluye la posibilidad de la llamada “ley de causa y efecto”. En el Universo, la transformación se opera a “saltos”, discontinuamente, y también en los átomos de la materia. De este modo los tres principios (diferenciación, complementación y síntesis); los tres sistemas (de azar, mecánico y biológico) y las tres leyes (finalidad, concomitancia y discontinuidad), configuran el núcleo del método.