Silo
Dijimos que los Principios, los Sistemas y las Leyes, configuran el núcleo del Método. Dijimos además, que el movimiento del Método era en espiral.
A esta espiral puede vérsela desde un punto que se va ampliando cada vez más, o bien, desde la máxima extensión hasta el punto.
Si utilizamos la primera óptica, el desarrollo del Universo aparece dependiendo de los momentos anteriores, pero tendiendo siempre hacia el momento de máxima expansión, hacia el futuro.
Hemos afirmado ya, que todo en el Universo se explica por la finalidad, es decir, por el futuro. Con esto limitamos el movimiento de espiral, desde el punto, hasta la última distensión posible.
El futuro de todo lo existente es la libertad fuera de las determinaciones: este es el momento máximo de la curva. Hacia este instante se dirige todo lo actual. Pero sabemos además, que el tiempo es curvo y que cualquier instante también lo es.
Esto nos permite afirmar que los tres tiempos son relativos, pudiendo existir el pasado en el presente y el futuro también en el presente. Con lo cual la dualidad entre potencia y acto desaparece, quedando reducido siempre a un acto siempre diferente por la relatividad de la propia existencia. Las dualidades: interior-exterior; alto-bajo: bueno-malo; causa-efecto y potencia-acto, no tienen cabida en nuestro método. Para nosotros, estas aparentes dualidades, se iluminan a un nivel mayor. En estas alturas se observa que sus diferencias son relativas así como es relativa su complementación y su síntesis.
Del modo en que cualquier instante es presente, pasado y futuro, la diferenciación es, además complemento y síntesis. Sucediendo a estas dos últimas lo que a la primera.
La espiral, entonces, se origina en un punto. Y logra su máxima expansión pero regresa al punto. Decir esto, no es sino recalcar (con otras palabras) la fórmula: azar-determinación-azar o bien tiempo libre-encadenamiento del tiempo a través de las transformaciones que configuran el Universo y tiempo libre nuevamente.
La espiral, en última instancia, se reduce a círculo en continuo movimiento como una serpiente que trata de morder su cola.
¿Qué está antes y qué está después? El antes y el después son relativos a la posición de la espiral, pero ¿qué significa lo relativo de la espiral? ¿cuándo se curva el círculo?
De este modo, un fenómeno actual se halla en el pasado y en el futuro. Esto no nos lleva a la movilidad, sino precisamente a la máxima movilidad. Aquello que es libertad busca la determinación y lo determinado busca la libertad.
Para nosotros, coetáneos del hoy determinado, el futuro está en la libertad. Por consiguiente nuestro método y sólo para el hombre de hoy, debe interpretar el futuro y ser herramienta de la libertad. Para el hombre despierto, este método y por consiguiente esta imagen del Universo, es eso solamente: imagen, sueño, estupidez.
La aplicación del método obra a modo de boomerang, regresa sobre quien lo aplica. La operación con el método, logra la transformación del propio operador. Este es el sentido que han tenido los mitos de todas las culturas: transformar la visión de los pueblos. En rigor, con ellos se ha tratado de transformar a los no iniciados en iniciados. Aparentemente los mitos, han sido interpretaciones “erróneas” de la realidad porque no se comprendió su sentido. La ciencia misma ha cumplido con estos cometidos. Pero tanto los mitos como la ciencia han sido desvirtuados cuando se ha creído en ellos como realidades últimas.
Cuando se ha trabajado sin reparar en esfuerzos hasta lograr un nuevo nivel de comprensión es necesario seguir el camino alejándose de los esquemas. En este sentido, cabe la frase de los oasis en el desierto: “bebe agua y deja tu lugar a otros”.