Leyes relacionadas

Silo.-

Las leyes del desarrollo: finalidad, concomitancia y discontinuidad, funcionan entre sí relacionadas al momento que han descubierto los principios y dentro del sistema que los encierra a todos, como síntesis mayor.

Realizados los tres pasos de la investigación: limitación del sistema; descubrimiento de los principios actuantes y comprensión de las leyes de su desarrollo, es necesario saber si el estudio se dirige a comprensiones más amplias o más particulares. Si se va del punto a la máxima extensión de la espiral o a la inversa.

Se entiende que desde la civilización romana podemos ampliarnos al conjunto de civilizaciones como sistema mayor, siendo Roma un momento en la historia del hombre, o bien, habiendo considerado a Roma como sistema mayor, los principios y las leyes nos llevan a estudiar sus momentos de nacimiento, crecimiento y declinación pudiendo a la vez en el nacimiento, por ejemplo, estudiar momentos más particulares de este periodo, sus leyes, etc.

Tomemos otro ejemplo: el de la conciencia humana. Si la consideramos el sistema mayor, habremos de estudiar su estructura descubriendo los principios de diferenciación, como motricidad o voluntad, de complementación como raciocinio, y de síntesis como emoción. Estas tres funciones de la estructura de la “conciencia”, poseen a la vez sus leyes del desarrollo: la finalidad de cada una, sus concomitancias y su discontinuidad (sus distintos tiempos, su diversa movilidad y velocidad).

Pero superados los tres pasos iniciales nos preguntamos: ¿profundizamos en el sistema, buscando el punto último de cada función o ampliamos la conciencia individual a través del desarrollo humano, hacia la sociedad y aún sobre el hombre actual?

A su vez, cada sistema se estructura en otros más pequeños o subsistemas según los mismos principios y leyes, que también disminuyen de amplitud. En fin, puede reducirse cualquier subsistema a otros menores hasta llegar a un punto y paradójicamente, este punto es el momento más dilatado de la espiral. De manera que punto y máxima extensión se reducen el uno al otro. En otras palabras: todo el Universo cabe en el punto y este a su vez es lo más pequeño del Universo. Con lo cual no hacemos sino reafirmar la no dualidad de lo existente. Lo mayor y lo menor así como la exterioridad y la interioridad son aspectos, momentos, éxtasis o caídas del Tiempo.

Volvamos a la espiral, a la visión global. Así como hemos apelado al Método para comprender la imagen del Universo, recurramos a la Imagen para comprender el Método.

El último momento del Universo es la libertad, es la supraconciencia o mente despierta o azar.

El Tiempo o azar es el origen del Universo. De este modo, el punto del Universo. Pero esa aparente paradoja no se resuelve ilógicamente ni por vías lógicas, se resuelve a nivel superior, a nivel global. De modo que solamente la conciencia en camino de despertar puede “experimentar” el sentido de esa Filosofía.

La mente despierta o libre, es tiempo puro. La mente libre busca determinarse y a esto llamamos encadenamiento o creación del Tiempo.

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