Pensar un nuevo mundo: 5 puntos clave

Desde el IHPS estamos promoviendo el intercambio con las diversas corrientes mundiales preocupadas por la construcción de un Nuevo Mundo Justo evolutivo y sin violencia.

Publicamos hoy la visión de José Luis Montáns Suárez.-

La idea que proponemos es consolidar una línea doctrinal, por llamarle de algún modo, que permita la consolidación de una auténtica civilización. En esencia parece que todos estamos de acuerdo con que lo que ocurre en el mundo es algo terrible pero también es cierto que es casi imposible de abordar debido a la confusión, desinformación y engaño. Algunos hablan de «humanismo». Pues bien, lo que hemos elaborado es una síntesis conceptual que responde a eso sin posibilidad de ambigüedad.

Se trata de 5 puntos que se supone todos subscribimos debido a que apelan a cuestiones de sentido común más allá de las especificidades culturales de los diferentes grupos humanos. También son lógicas y acordes a la esencia misma del universo y del ser humano.  Con estos puntos tendríamos una base doctrinal sobre la que trabajar en la construcción de una civilización auténtica:

1.- El mundo es, antes que nada, lo que entendemos por realidad pero estaremos de acuerdo en que el fundamento de esa realidad es trascendente. Por ejemplo, si entendemos que el “humanismo” del que se habló no es trascendente entonces caemos en la trampa del sistema de considerar que el hombre es un lobo para el hombre con lo cual este mundo tal cual está sería el mejor mundo posible ¿No? Por ejemplo, expoliar a otros estaría bien porque no habiendo ninguna trascendencia entonces por qué no hacerlo ¿Qué nos detiene de robar o extorsionar al vecino? Se supone que lo que nos detiene es que decimos «está mal» ¿No? Entonces aquello que nos lleva a actuar en este mundo es una realidad trascendente porque si no fuera así seríamos animales buscando nuestro trozo de carnaza.

Entonces: El mundo debe basarse en la realidad trascendente y a esto le llamamos civilización

2.- Ocurre que el mundo no es sólo un ámbito en el que se «mueven» nuestras individualidades sino que es también el ámbito de lo colectivo. Entonces una visión particular puede ser modificada por otra visión particular y a eso lo llamamos guerra. Entonces ocurre la ambigüedad puesto que cómo saber qué es correcto y qué no, si cada uno tiene una opinión entonces la realidad de que hablamos en el punto 1 sería una realidad ambigua. Supongamos que optamos por una opinión y la imponemos a otros, entonces tenemos que mediante la guerra se impone nuestro criterio. Si el hombre es un lobo para el hombre como dice el sistema, entonces esto es todo y la guerra se reduce a aquello que se hace para imponer el criterio propio y estaría justificado porque no hay ninguna trascendencia como se dijo antes ¿No es así? Pues bien, según el “humanismo” de realidad trascendente esto no es así sino que hay una realidad objetiva y no se puede imponer el criterio propio sin más. Lo único que es susceptible de llevar a la guerra sería la intransigencia con el error. Es decir, no es intransigencia con la opinión sino con lo que es inequívocamente falso. El ejemplo perfecto es lo que está ocurriendo con Rusia, Rusia sostiene una intransigencia no con la opinión «occidental» sino con el error «occidental» el cual implica la rusofobia, el odio a Rusia en tanto en cuanto no se someta a los dictados «occidentales»

Entonces: La única guerra aceptable (que no deseable) es la guerra contra el error

3.- Entonces tenemos que en el mundo ocurre la vida digna si la realidad es trascendente y la guerra es sólo contra el error. A esto le llamamos sensatez, es decir, vivir de acuerdo a un “humanismo” que percibe el mundo y la vida como algo que confiere dignidad a través de una responsabilidad común y esa responsabilidad implica no aceptar el expolio de otros como se dijo en el punto 1 ni tampoco la imposición de criterio por la fuerza como se dijo en el punto 2. Entonces, se trata de una rectitud frente a la tibieza o blandenguería que nos quiere imponer el sistema. Los dos primeros puntos son abstractos pero este ya es más concreto y de aquí viene la propuesta de una doctrina que nos aparte de la manipulación del sistema, es una especie de criba que evita que adoptemos los puntos de vista que el sistema «siembra». Por ejemplo, lo que ocurre ahora en Palestina, si lo pensamos el sistema nos impone que tomemos partido por uno u otro bando pero ellos manipulan la visión que podamos tener de ambos bandos. La única postura sensata en ese asunto es que se respeten el punto 1 y 2 y que se actúe en consecuencia. Es decir, es como en un juicio, deben verse las pruebas y, una vez realizado correctamente el proceso, dictar sentencia. Una vez realizado todo el juicio, sólo después, el alguacil actúa.

Entonces: la postura sensata es la del punto 1 y punto 2, no tomar partido por la opinión «A» o «B», o por el bando «X» o «Z»

4.- Por fin llegamos a la vida cotidiana. Tenemos una realidad auténtica, una guerra justa y una sensatez que implica una vida digna ¿Cuál es el resultado? Que los niños ya pueden ser niños y vivir espontáneamente en su inocencia. Pero además dicha inocencia también es disfrutada por los mayores. Es toda una manera de vivir que implica sencillez frente a la complejidad que nos impone el sistema con vidas sometidas a mil y una complicaciones artificiales y que, como todos sabemos, son innecesarias pero nos vemos obligados a hacerlas por imposición del propio sistema.

Entonces: La inocencia es el ideal de vida y ocurre de manera natural en la sencillez

5.- Para que todo esto sea posible la clave es la intelectualidad, la misma que ha elaborado estos puntos, la misma que se hace preguntas como las que se hacen aquí y que todos hacemos en nuestro ámbito y en nuestras respectivas interactuaciones con el mundo. Es una tarea desinteresada y humilde, no pretendemos ningún tipo de elitismo a diferencia de lo que hace el sistema que fomenta la competencia y la soberbia como base de la reflexión intelectual, según la línea fomentada por el sistema todo acaba siendo una lucha de egos y un fantaseo egoísta acerca de cómo deben ser las cosas sin llegarse nunca a ninguna solución o cambio significativo.

Entonces: Todo lo que se dice aquí no nos pertenece sino que nos trasciende y la actividad intelectual se reduce a la interpretación de la realidad -1- (intelección pura), el discernimiento de la verdad -2- (ciencia), la rectitud de nuestra propia vida -3- (política) y la inocencia como punto de partida y final de nuestras existencias particulares -4- (cultura).

La verdadera intelectualidad incluye los cuatro puntos de este escrito, ella misma es el -5-. Esto es un conocimiento muy antiguo, tan antiguo como la humanidad misma y actualmente está usurpado por el sistema que lo utiliza a su conveniencia pero, en realidad, le pertenece al humanismo tal y como está siendo entendido en ciertos círculos (¡Existen!) de pensamiento.

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