Silo.-
En el seno de la edad Racionalista, ha comenzado el proceso de diferenciación. La época de las revoluciones ha formado nuevos poderes en todos los campos. Estos poderes, consolidándose, sintetizan y detienen la anterior expansión optimista y futurizadora. El magnífico intento liberatorio comienza a declinar y, simultáneamente, el espíritu científico entra en crisis con el advenimiento de nuevas generaciones que ponen en duda las posibilidades futuras. La técnica que comenzó a desplegarse como expresión de la ciencia, echa a andar por sí sola, sin detenerse, en la última época del Racionalismo, ingresando en la nueva edad.
Los hombres de la primera época desilusionada, no pueden creer ya en la tradición y en el pasado. No creen tampoco en el futuro tal como se creía en la edad anterior, precisamente porque el racionalismo ha quedado en el pasado. El hombre está a solas con su existencia angustiada, viviendo en un ámbito tecnificado que no comprende. El mundo de utensilios técnicos en el que nacen y se desarrollan las nuevas generaciones es un mundo útil, pero no se comprende el «para qué» ni la finalidad de la vida en esta nueva circunstancia.
El mundo no puede ser ya santificado, ni racionalizado. Los utensilios parecen cobrar vida propia ligando al hombre a un nuevo tipo de destinación. Las cosas quedan reducidas a puras expresiones pero sin significado, esto es lo característico del fetiche.
En la primera época, la disolución se manifiesta como organización del nuevo estado de conciencia; la segunda es de expansión y la última es el detenimiento y la desintegración de toda la edad y además de toda la civilización.
La realidad cada día es más opresiva y no pudiendo la conciencia retroceder a edades pasadas o avanzar a situaciones controlables, se fuga del contorno creando como defensa el rito colectivo, que corresponde al mundo fetiche. A ese proceso contribuye la introducción de factores aceleradores de otras regiones. La antigua magia de los pueblos desaparecidos, la Astrología y la ideología esotérica son mejor recibidas cuanto más ornamentales sean.
También la política cobra expresiones monumentales. Las congregaciones humanas se agigantan siguiendo al mago social.
Mientras el rito avanza clamorosamente, empiezan a organizarse los poderes ocultos. En la superficie todo es fetiche, exterioridad pura, fuga colectiva, circo. En las profundidades se buscan extraños significados.
Estos ocultos obreros de la tierra trabajan en el nuevo sentido de la nueva edad. También ellos fugan su cuerpo de la realidad exterior; también ellos crean sus defensas ocultándose. Este es el motivo por el cual las sectas que manejan el poder en la última edad de toda civilización, han sido siempre desconocidas por los historiadores.
Como en el caso de la Religión, no interesa explicar aquí el origen de la magia. Conviene más bien describirla para entender el nuevo mundo.
Es necesario diferenciar ambas formas.
Psicológicamente, corresponde la voluntad al hombre religioso y la emoción al mago. El primero se mueve diferencialmente; el segundo, sintéticamente. La conciencia volitiva «diferencia» al mundo y se expresa como Feudo. La conciencia emocionada «sintetiza» al mundo y se manifiesta como Imperio.
La Religión es un movimiento hacia la trascendencia. Es la dependencia de la parte respecto del todo.
La magia no apela a la Trascendencia. El todo depende de la parte. El mago es egocéntrico y pretende dominar al mundo por su propia mente y su propia técnica.
Esta característica técnica en el mago corresponde a la edad en que vive.
La conciencia emocionada se expresa en el rito. Comprobamos en nosotros mismos los ritos que ejecutamos con profunda emoción, por ejemplo, silbamos cuando tenemos miedo y cantamos cuando estamos alegres. En situaciones «lúgubres» buscamos la oscuridad, el silencio y el ocultamiento del cuerpo.
Queremos observar que este tipo de magia, correspondiente a la última edad de la civilización no es aquella que se atribuye a los hechiceros primitivos, en ellos las implicancias religiosas son muy grandes, mientras que aquí se trata de un estado de conciencia irreligioso que nació en el Irracionalismo. Es la conciencia del hombre que pugna por liberarse de la opresión, de las determinaciones de esa realidad incomprensible que asume caracteres rituales.
El azar y el Destino cobran vida. Frente a uno y otro, la Razón queda desplazada. La única forma de hacerles frente es mediante el rito, el talismán de la suerte o el horóscopo.
En la época de expansión de la Magia, los talismanes colectivos aparecen ya en manos de los líderes en todos los campos. Líder y brujo se identifican en los grandes ritos y en la gran ornamentación. Los brujos no apelan a la razón, sino a la emoción de los pueblos.
En la época de detenimiento, el rito colectivo se instituye y se sintetiza. Es la época de las castas de funcionarios del Imperio. Es la época de la tecnocracia… Pero la expansión se ha detenido y el Imperio ha fijado sus límites.
Factores aceleradores externos acentúan la diferenciación imperial. Al derrumbarse la civilización, una nueva religiosidad ha nacido, como el ave que renace de sus cenizas y remonta un nuevo ciclo de la espiral.
Los obreros de la tierra organizan los nuevos poderes en las sectas y en las logias.
Los nuevos sistemas de castas, tienen en el militar su brazo armado.
El militarismo ha sufrido también el proceso de las tres épocas: se ha organizado fuertemente, se ha expandido y se ha sintetizado en el poder final.
En la segunda época (que es de complementación), los militares del vasto Imperio, se han relacionado sólidamente entre sí y han adoptado la ideología y el sistema de las logias mágicas.
El poder del dinero o de la política de la edad Racionalista, ha sido reemplazado por el poder de las armas y de la magia. Ha sido reemplazado en suma por la técnica.
El Imperio es militar. El control de las emociones es mágico. Por eso hemos dicho, que el militar y el mago son los héroes de la última edad.
Debemos finalizar, destacando los caracteres más sobresalientes de la magia, en especial de la técnica llamada Alta Magia:
- Su pensar cíclico
- El Universo es un todo estructural
- Las partes responden al todo y el todo a las partes
- La parte (conciencia o mente) puede llegar a dominar la energía, la materia etc.
Basta operar con técnicas precisas y que deben guardarse en el más profundo silencio (esto origina el aprendizaje o «iniciación» en las sectas).
La Alta Magia se expresa como determinada técnica, pero es además una concepción total del Universo, del Hombre y de la Historia.
No excluimos aquí que las religiones de las civilizaciones nuevas tengan su origen en los «iniciados» de las sectas mágicas. Al comprender el mecanismo y desarrollo de las generaciones, entenderemos mejor este escrito. Es una generación precisa la que gesta la nueva Religión.
Nacimiento. GENERACIONES EN Crecimiento. Lucha. Poder. Desplazamiento.
Jóvenes. Momentos de Maduros. Viejos.
Organización. Epocas de Expansión. Detenimiento. Tradicionalismo. Edades. Racionalismo. Desilusión.
Aisladas. Civilizaciones. Relacionadas. Total.
Ese periodo del universo es el de la conciencia humana, corto instante entre su «antes» (materia y vida) y su después (supra-conciencia y libertad).
Nadie debe creer que estas clasificaciones son algo más que esquemas. Valen para el progreso histórico, lo mismo que dijimos cuando explicábamos el Método, a propósito de los esquemas. El tiempo es constantemente diferencia como para ser expresado en las descripciones.
En la próxima reunión estudiaremos las tres edades en sus grandes expresiones, es – decir: el tradicionalismo en la religión, el racionalismo en la ciencia y la desilusión en la magia.
Queremos destacar estas tres expresiones como lo más característico de cada edad, sin ignorar que ellas se manifiestan con mayor o menor intensidad, en todo instante de la historia. «El tiempo puro es azar. Cuando este se encadena, comienza el capital: mineral, animal, humano y suprahumano. Desde ahí el tiempo se libera nuevamente».
Interesante y original, pero…comprendí casi nada. Tienen artículos que den contexto para entenderlo?